Después de años de trabajo, llega el documental Murmullos del Silencio de Aaron y Esther Cohen, con una propuesta diferente acerca del tema del Holocausto, en la que sorprenden los testimonios de los hijos de sobrevivientes con una profunda revisión de las experiencias de sus padres, que más allá de las palabras, queda de manera inminente el murmullo de ese silencio que marcó a una o varias generaciones en su manera de ser, de pensar y de sentir. Las secuelas que quedaron en la vida y que fueron heredadas impactando en lo más profundo del ser, de la personalidad y del entender el mundo en el que vivimos.
En esta oportunidad, nos acercamos a los Cohen para
conocer este documento que forma parte de su amplia trayectoria y que da
oportunidad de introducirnos a las profundidades de quienes fueron herederos de
la tragedia del Holocausto.
Ustedes se han enfocado al tema del Holocausto, primero con tu documental Paraíso en Auschwitz, ahora con Murmullos del silencio. ¿Qué les mueve a continuar con esta revisión histórica?
Siempre hemos estado muy comprometidos con el tema del Holocausto. Es un tema muy apasionante y nunca dejas de aprender debido que fue un fenómeno muy complejo y realmente sabemos muy poco de él.
En el caso de Murmullos del Silencio,
quisimos ver el efecto de la violencia extrema que sufrieron los sobrevivientes,
la persecución, torturas y asesinatos, y cómo trascendió en las futuras
generaciones.
Cómo ya hay muy pocos sobrevivientes,
quisimos rescatar sus historias a través de la mirada de sus hijos y ver cómo
les transmitieron a ellos esta vivencia.
Realmente los hijos somos los receptores de las historias familiares. Cualquiera de nosotros somos los herederos de toda una trasmisión intergeneracional. Nuestros deseos, miedos, traumas familiares. En el caso de los hijos de los sobrevivientes, esta transmisión se realizó a través del trauma y del estrés postraumático que les fue pasado a los hijos. El impacto social y psicológico, es una manera de poder entender lo que significó el Holocausto, a través de las siguientes generaciones.
Una de las entrevistadas nos dijo durante
la entrevista que en ese mismo momento le “estaba cayendo el veinte” y entendía
por qué razón su padre, en su lecho de muerte, le pedía perdón. Fue un momento
realmente revelador para ella y para nosotros que la estábamos escuchando.
Otro entrevistado, con lágrimas en los
ojos, nos confesó que le era muy difícil entender y perdonar a su padre por su
silencio. Él se enteraba por otras personas de lo que su padre vivió durante el
Holocausto. En fin cada entrevista, que fueron 90, nos reveló diferentes
aspectos de lo que fue la “Conspiración del Silencio”.
El documental es una investigación que
empieza con el fin de la segunda guerra mundial y la liberación de los campos
de concentración. Ahí empieza un recorrido muy doloroso, ya que los que habían
sobrevivido se daban cuenta de su situación física y emocional, la pérdida de
sus familias y de sus países y emprendían un viacrucis para tratar de
reconstruir sus vidas. Este largo trayecto por una Europa totalmente en ruinas,
les hizo buscar nuevas opciones y en este caso encontraron a familiares que ya
vivían en México y estos les tramitaron sus visas.
La llegada a México, su integración a una
nueva cultura, idioma, clima, entre muchos otros aspectos. También hacemos un
recorrido del México de los 30´s y 40´s, del antisemitismo de esas épocas y de
la conformación de la Comunidad Judía de México.
La segunda parte trata del impacto
emocional que los sobrevivientes dejaron en sus hijos y de la necesidad de
estos de reparar el mundo (Tikun Olam)
Nosotros creemos lo mismo. Es parte de
nuestra historia y pensamos que es algo que no se debe olvidar y tener presente
que eventos como este se siguen repitiendo.
Así fuimos buscando a hijos de
sobrevivientes y logramos reunir un abanico de 90 personas entrevistadas. Los
rango de edad van desde los 50 hasta los 80 años.
En general todo fluyo muy bien. Logramos
conseguir materiales de archivo de diferentes museos del mundo y de México como
el Museo del Holocausto de Washington, el CDIJUM, la Cinemateca de la UNAM, la
Cineteca Nacional y material original que nos proporcionaron directamente los
entrevistados (fotos y documentos).
Y claro esta pandemia retrasó mucho el
estreno. Ya teníamos una fecha para el estreno en el Auditorio de la
Universidad Anáhuac en junio, pero por obvias razones no se pudo hacer.
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