Susy Anderman Todos sabemos el origen de nuestra costumbre que se señala en diversos pasajes bíblicos, cuando D-os decide destruir a Sodoma y Gomorra, y Abraham sale en defensa de esas ciudades, el patriarca llega en su alegato hasta la cantidad mínima de diez hombres justos. Y D-os le responde: "No destruiré (esas ciudades) por mérito de los diez" (Bereshit - Génesis 18.32) Sodoma y Gomorra acabaron por ser arrasadas, porque no había en ellas ni siquiera un total de diez hombres justos. Otro ejemplo bíblico que se trae a colación, es el grupo de personas que Boaz reúne en la puerta de su ciudad, como quórum necesario para la gestión legal que quiere exponer ante ellos: "Y tomó diez hombres de los ancianos de la ciudad..." (Rut 4.2) La semana pasada recibimos la noticia de que se llevaría a cabo una ceremonia de Bar Mitzvá de un sobreviviente del Holocausto, quien por las circunstancias no tuvo oportunidad de cumplir con esta obligación moral como judío. El
LITERATURA, REFLEXIÓN, FILOSOFÍA.