El Tercer Espacio de Tenenbaum

// Susy Toiber

Con sorpresa nos encontramos anunciada en la Cineteca Nacional el documental de Nejemye Tenenbaum, titulado El Tercer Espacio. Resultó ser de gran interés investigar de qué se trata esta propuesta cinematográfica de un joven director judeomexicano que tiene una interesante trayectoria.

Nejemye es egresado de la escuela de Cine y Televisión de la Universidad de Nueva York (NYU). Trabajó como director de fotografía para el Canal 1 de la televisión israelí, fotografió más de treinta testimonios para la Fundación Survivors of the Shoah, fundada por Steven Spielberg y ha dirigido y fotografiado más de cien documentales para su compañía Documentalia Films. Entre estos, la exhibición permanente de la Segunda Guerra Mundial del Museo Memoria y Tolerancia, En los Pasos de Abraham y El Sábado Secreto del director Daniel Goldberg, Infected Mushroom comes to Mexico, Rabín: Un canto por la Paz y también Misterios de la Virgen para Discovery Channel. En la categoría de ficción, Nejemye escribió y dirigió el cortometraje Encuentro Ausente, proyectado en numerosos festivales internacionales y realizó junto con David Attie, el cortometraje de ficción Vals de Tierra.

El Tercer Espacio ha tenido una gran aceptación al exhibirse en diferentes foros como la Universidad de Irvine en California, la Universidad de Yale, el Festival de Cine Latino de San Diego, el Festival Judío de Washington, y tiene invitaciones en Buenos Aires en la Universidad Nacional Tierra de Fuego, así como en la Comunidad latina de Virginia del Norte.

Es por eso que este trabajo nos habla de un documento interesante, más aún cuando se enfoca en presentar la vida comunitaria proveniente de Damasco en la Ciudad de México. Este proyecto surge como una propuesta para celebrar el centenario de la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai, la cual en 1912 se establece formalmente.
El hilo conductor del documental lo lleva Liz Hamui, destacada académica y doctora en Ciencias Sociales y actualmente Secretaria de Educación Médica de la UNAM, quien ofrece el marco histórico y etnográfico de este análisis compartido, a través de la presentación de varios personajes que proyectan su sentir en este mosaico social comunitario. El relato conmueve y reflexiona sobre la vida en comunidad, y tal vez es esta la razón de que la Cineteca Nacional y otros cines dentro del circuito cultural se interesen en exhibirla.

Dialogamos con Nejemye Tenenbaum, quien nos comentó que su principal motivación como cineasta fue la de contar una historia entrañable, activa, emocional e interesante, la cual surgió inesperadamente después de una invitación de Marcos Metta Cohen, que en esos momentos fungía como vicepresidente de la colectividad Monte Sinai.

El guión está escrito por Enrique Chmelnik (El cielo en tu mirada, Adiós mundo cruel) y por el mismo Nejemye. Ambos llegaron a la conclusión de que no podía ser únicamente una exposición de datos históricos, sino también tendría que enviar un mensaje como el que se logra a través de este acercamiento óptico de los diferentes personajes.

Desde las anécdotas de la salida de Damasco, su bagaje cultural, y el abandono del lugar en el que los judíos damascenos vivieron por siglos, hasta las voces de las nuevas generaciones que con sus propios conflictos psicológicos y sociales, tratan de dar significado a su vida ante diversas vicisitudes que se presentan al pertenecer a una comunidad con bondades pero a la par, con profundas exigencias por su fuerte estructura. Así lo describe otro importante narrador del largometraje, el entonces presidente de la Comunidad Monte Sinai, el Sr. Simón Salame Micha, que habla de la vocación que se lleva “muy adentro en las venas” de quienes se entregan a favor de la Comunidad, con el objetivo de velar por el bienestar de los individuos, siendo este elemento algo que podría inspirar a otros grupos sociales o a la misma sociedad civil de nuestro país.

Otra faceta interesante es tal vez romper el estereotipo que se ha manejado por muchos años en la opinión pública, en relación a si existen judíos con dificultades económicas. En este contexto, se muestra claramente a una comunidad, que aunque ha tenido grandes logros económicos, también alberga miembros de escasos recursos y desempleo.

Finalmente y para que los lectores tengan intención de presenciar este título, destaca la edición realizada por el mismo director Nejemye Tenenbaum, la música original del compositor Darío González Valderrama (Cinco días sin Nora, Paraíso, El Sueño de Lu) y la elección de temas musicales que le dan singular riqueza a este trabajo cinematográfico.

Creemos que a través de vernos reflejados como Comunidad estamos dando un gran paso. El Tercer Espacio es un acercamiento que nos ofrece una revisión histórica y social de una comunidad que ha logrado mucho en cien años. Sin embargo, como todo grupo social, aún puede mejorar aspectos que comparten muchas otras comunidades étnico-religiosas.

Los créditos son para la Fundación Metta Saade que dio todo el apoyo para la realización del proyecto. La fotografía es de Jorge García Alonso, el Diseño de Audio de José Miguel Enríquez y Manuel Danoi, Música original de Darío Valderrama, producida por Tammy M. de Lati, quien junto con Roslyn Cohen dirigen además los contenidos vertidos en el documental que abre una ventana hacia lo que los judíos de México viven. Aunque es una sola careta, manifiesta que aunque usted no lo crea, los judíos son como cualquier ser humano en este planeta, lo que debemos lograr es romper siempre el prejuicio no solo con este grupo social sino con todas las minorías que son entendidas desde un imaginario colectivos que en ocasiones hace mucho daño social.