por Eduardo Luis Feher
Quiero hacerles una confesión: he leído muchos textos particularmente dramáticos, pero quizá ninguno como éste.
¿Por qué? Simplemente porque es un extraordinario documento humano fuera de giros literarios que retrata, de manera dramática, una serie de experiencias dolorosas contenidas en setenta páginas.
Setenta páginas de una suerte de larga carta que la autora nos escribe aunque en el fondo, está dirigida a si misma.
La vida es algo complejo; una vez le preguntaron a Lichtemberg qué era precisamente la vida. El contestó con la ironía y razón que le asistía:
“La vida a veces me parece un cuchillo sin hoja que ha perdido el mango”
La vida a veces nos ofrece giros desesperados y dramáticos. Susy Toiber, en estas estupendas páginas, nos relata en forma de catarsis una radiografía de su vida pintada con pincel de la angustia lo que hace del libro un documento humano, conmovedor y descarnado.
Qué bueno que Susy le haya dejado al papel parte de su angustia existencial...y ofrezca al lector un espejo vívido de lo que puede pasarle a una persona en un pedazo de tiempo que, como adorna el título del libro, podría referirse a cinco o siete meses, años, o siglos, según lo críptico que se podría deducir de estas palabras misteriosas y para nosotros aparentemente deshilvanadas pero que tienen un indiscutible significado quizá imposible de resolver...la mente y la expresión oral en estos casos oscila entre lo sencillo y lo enigmático.
El libro me gustó y mucho...además, me conmovió; es un indudable espejo en el que todo ser humano tenemos que reflejarnos, tarde o temprano, según el tiempo y circunstancia; el asunto es como enfrentar el drama profundo y sensible de una o varias pérdidas.
Finalmente, amigos, este dramático texto de Susy Toiber es una invitación a la reflexión, un canto de amor a la familia como núcleo central de nuestras existencia , algo sin duda indestructible, que rebasa esta breve estancia de todo ser humano en este extraño e incomprensible viaje llamado vida.